Hay ocasiones, más bien escasas, en las que un libro condensa aspectos esenciales de una realidad compleja. El logro es más meritorio aún si en el texto quedan retratados los rasgos que caracterizan la situación de un país. Es este el caso de un libro de Leonidas Wiener (La gobernanza de la minería en pequeña escala en el Perú, Lima: CooperAcción, 2019), que acaba de ser premiado en el concurso Sociedad y Derecho, anualmente convocado por la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 

El lector interesado en el tema de la pequeña minería y la minería artesanal encuentra en el trabajo de Wiener tanto una explicación acerca del enorme crecimiento de la actividad en las últimas décadas y los severos problemas –sociales, ambientales y delictivos– asociados a ella, como un pormenorizado examen del régimen normativo al que está sujeta. En esto último, el autor presta atención a los zigzagueos de la política estatal a través de sucesivos gobiernos y a sus fracasos.

En seguida, el libro traza un perfil de los principales actores participantes en el asunto. De una parte, gobierno nacional y gobiernos regionales; de otra, mineros artesanales y titulares de las concesiones. Cada quien desarrolla comportamientos según sus intereses, que por supuesto colisionan con los de otros. En medio de esos conflictos, el Estado –del nivel nacional y de los niveles regionales y locales– vacila y da traspiés, cambia normas y con frecuencia deja que la creciente corrupción le tuerza la mano de autoridad. Ese panorama general adquiere concreción en el examen de lo ocurrido en dos ámbitos en los que el autor se detiene; en Arequipa y en Apurímac, al lado de algunas semejanzas aparecen particularidades que diferencian los casos estudiados.

Más allá de las vicisitudes de la explotación minera en pequeña escala, que representa en sí un importante problema irresuelto en el país, el trabajo de Wiener abre una ventana para observar varios otros temas de trascendencia en el país. Uno de ellos es la interacción, sobre todo concertada pero en ocasiones conflictiva, entre actividades formales y prácticas o arreglos informales. Se confirma así que lo “informal” no es un mundo aparte –como quiso enseñarnos una prédica interesada– sino que su accionar se entreteje de manera compleja, pero complementaria, con la cara formal de la economía.

Otro gran tema retratado en el trabajo es el Estado, de cuya ineficacia aparecen en el libro múltiples evidencias. Los cambios inconsultos de la legislación, la descoordinación sistemática en la actuación de los agentes del Estado, el peso desmedido que en sus decisiones cobran los actores individuales –situados dentro o fuera de las instancias públicas–; todo ello converge en la incapacidad del aparato del Estado para adoptar políticas públicas que se traduzcan en hechos. Por cierto, la ineficacia de la ley es una constante, alimentada por la incapacidad del aparato estatal para hacer que se cumpla. En ese cuadro, este trabajo –como varios otros– destaca la inoperancia de los gobiernos regionales, en los que a las ambiciones de corto plazo se suman la ineptitud y la corrupción.

El examen de los casos escogidos para la investigación revela que detrás de conflictos en apariencia ambientales subyacen disputas y enfrentamientos de otra índole, con frecuencia menuda. Ahí asoma el perfil de los liderazgos locales que solo ocasionalmente son portadores de intereses verdaderamente colectivos.

El atento seguimiento dado por el autor a los cambios normativos y sus resultados, a menudo perversos, va configurando progresivamente un retrato de sociedad y Estado peruanos. La limpieza de la redacción y la concisión de un texto de menos de cien páginas facilitan la lectura a quien no conoce el tema, adentrándolo en una mirada que es clara sin renunciar a la complejidad.

Si algún reproche cabe hacer, este toca a las recomendaciones planteadas al final; algunas de ellas son factibles para atender ciertos aspectos de las dificultades del problema tratado, pero otras no parecen serlo a la luz del diagnóstico que el trabajo trae. Pero, más allá de esta observación, el libro de Wiener es un notable ejemplo del tipo de análisis que es preciso hacer para conocer de veras el terreno que se pisa en el país. Mediante la multiplicación de trabajos de esta índole estaríamos en condiciones de precisar los rasgos de esa heterogeneidad conflictiva que es el Perú de estos tiempos. Contar con la composición resultante habrá de permitir que se deje atrás los debates ideológicos estériles que a menudo ocupan el espacio público y acrecientan el tiempo perdido.


(Foto: www.planetgold.org)